domingo, 31 de enero de 2010

Usabilidad y tecnología


Estos días me estoy releyendo un libro que se llama "Hacer Click. Hacia una sociosemiótica de las interacciones digitales" Tengo un amigo que un día me preguntó cómo podía leerse alguien ese libro. No sé, la verdad es que no sé, no me he parado a preguntarmelo, simplemente me lo leí y me gustó.
Los que me conocéis sabéis que me mola la informática. Si, rozando lo enfermizo, como en casi todas las cosas que me gustan. Y mucha gente que me conoce, cuando ve mi escritorio se llevan un "chasco" al ver tan pocas cosas y sin foto de foto de escritorio. Bueno, si que hay una foto, negro sobre fondo negro.
La razón es muy sencilla, simplicidad = usabilidad. Tal y como lo tengo, soy capaz de con un sólo click o una simple combinación de botones de poder hacer el 99% de mis tareas habituales.
Estos días Steve Jobs un crack en usabilidad ha presentado su famosa tableta y yo, aunque muy a mi pesar no soy maquero (al menos no de momento, cuando metan flash y radio en sus aparatos no descarto nada), hago desde mi blog una llamada a la simplicidad:
No a los fondos con fotos de caza de campiña inglesas. No al barroquismo tecnológico. Como dice el gran Jorge Drexler, tremendo tipo, "Nada es más simple, no hay otra norma, nada se pierde..."

miércoles, 13 de enero de 2010

La dificil cualidad de no saber fallar


Hacía tiempo que no actualizaba y ya tenía ganas. Tengo unos amigos que conozco desde que nací que con el tiempo se han convertido en algo mucho más que amigos, mucho más ya incluso que de mi propia familia.
Está claro que uno no puede definir a sus amigos, pero los amigos no están para ser definidos. De lo que no me cabe la más mínima duda es de que mis amigos tienen una cualidad muy curiosa: en 32 años, jamás me han hecho un sólo regalo que no me haya encantado. Es verdad que algunos me han gustado más que otros pero todos me han sorprendido sobremanera. Si contamos los cumpleaños y los reyes los he puesto a prueba en 64 ocasiones y prometo que no me han defraudado lo más mínimo (y conste que cada año se han ido poniendo el listón más alto)
Uno de estos amigos, viajero incansable, es el responsable de que tenga en mi biblioteca "El Principito" en un tropel de lenguas (+1) Ellos, saben, como El Principito y yo, que lo más importante de esta vida es invisible.
PD: La foto es de un "cuadrito" maravilloso titulado "El gato que se comió la lengua al niño" de Sergio Montal, un diseñador gráfico con una obra muy simple, que juega con muy pocos elementos pero los sabe conjugar a la perfección. Es un dibujo limpio, claro y detallista. Podéis ver más trabajos de él en su blog "La habitación de Telmo". Nunca se me ha dado bien dibujar: ese chico dibuja como lo haría yo en mis sueños. Gracias Sergio, pero sobre todo montones de gracias a la familia Landa, a la familia Diestro, a la familia Landa Diestro.