jueves, 18 de julio de 2013

El existencialismo...

Jugaré a ser profe de filosofía. Creo que muchas de las corrientes del pensamiento quedan bastante bien descritas e incluso explicadas en simples canciones que nacieron en servilletas de tascas de pueblos entre golpes de fichas de dominós. Una de las mejores profesoras que he tenido jamás solía repetir una afirmación con la que cada vez estoy más de acuerdo: "cuando uno (cualquiera) conoce bien un tema, es capaz de explicarlo perfectamente utilizando poquísimos elementos". Yo no estoy ducho en existencialismo. Apenas leí sobre el tema. Mi libro de lecturas filosóficas lo recuerdo especialmente árido. Seguro que el existencialismo ocuparía en él un montón de páginas inundadas de letras a buen seguro diminutas solapándose las unas a las otras. También recuerdo el libro de la misma asignatura del curso anterior, 3º B.U.P. -muy distinto-: en él que para hablar justamente del existencialismo usaban una canción de Sabina. Negra noche. Muy acertada.

Algunas cosas creo que se pueden explicar de un modo diferente. Otro admiradísimo profe se encargó de demostrarnos una y mil veces que las cosas se pueden hacer de mil modos distintos por completo. Y aunque apenas he leído sobre el existencialismo siempre creo que he tenido una idea bastante aproximada de lo que puede llegar a ser. El existencialismo, sería simplemente el reflejo de una persona contemplando, mirando absorta, sobre un charco de aceite ligeramente aguado, con la mirada perdida sobre él, en una gasolinera abandonada junto a una carretera secundaria una tarde de domingo amenazando tormenta bajo un calor sofocante. Requisito indispensable es que esa tarde no haya jornada de liga. Mi afición por el fútbol ha ido desapareciendo hasta la nada absoluta pero creo que ese detalle, el requisito de que la tarde de domingo requiera que no haya fútbol es sencillamente esencial. Si hubiese radio emitiendo algún partido sería alguna corriente derivada del existencialismo, algo más light, mucho más light de hecho, pero no el existencialismo más ortodoxo.

De vez en cuando, creo que hay que remover los cimientos de los conocimientos, tambalear un poco nuestras certezas y tocar la médula de lo esencial. La vida y la muerte. Los ejecutivos más agresivos del banco más ávido de dinero, creen que su mundo es eso. Todo se reduce a eso. Creo que están algo equivocados. Y nada más.