jueves, 28 de agosto de 2014

TX-C22DR (u Obsolescencia programada... y no)


Casi 27 años. Mínimo, más de 34.000 horas de emisión. De haber estado constantemente encendida, 4 años de emisión continuada día/noche. También fueron 4, los años condenada al ostracismo, en un zulo donde la diferencia de temperatura extrema (+35ºC) y humedad media superior al 75%.

Ha visto pasar y cambiar mi vida y la de (enormes tristes inmensas ausencias) gran parte de mi familia y amigos. También una cantidad enorme de gente nueva. De los primeros aun quedamos algunos. De los segundos, cada vez se hacen más grandes.

Ha visto cómo cambió su mundo. Se hacía más complejo. Al principio solo dos números: el 1 y el 2. Luego 3 más. Con 5 duró muchos años hasta que llegó otro idioma (binario) y necesito la ayuda de un traductor de TDT (técnicamente su vida analógica expiró en 2005, algo antes, vivió una transición digital gracias a un ermitaño mediador). También vivió muchas horas de PS3. Incansable, infatigable. Sin la menor tacha. La PS3 le descubrió una herramienta para ella desconocida: Internet. Le presentó Google representando a buen seguro un duro golpe de autoestima para alguien que siempre fue, sencillamente la mejor. Hoy, la "tele" ya está en todos los sitios, y, paradógicamente, al tiempo se declara muerta. Ya no hay tele sin Internet con WIFI y doble sintonizador y 3D y 4K y 5.1. Suma y sigue ../..

Pero el mundo tecnológico ha llegado mucho más allá de la TV. Los smartphones, subditos de Google, cargados con el milagro de YouTube y del correo electrónico (y su injusta relegación a un segundo plano), la red 2.0, las redes sociales, el GPS y hasta los bidis. Todo es digital. Y sí, el milagro del aprendizaje también se hace digital.

Volviendo a nuestro protagonista, cuando apareció por casa, en aquel lejano 87, era un superdotado. No sólo sabía hacer perfectamente todo lo que podíamos pedirle sino que estaba más que preparada para muchas otras cosas a las que tuvo que esperar varios años (precio a pagar por ser importada de UK). Muchas siglas para una España muy simple. Demasiadas. Euroconectores, Stereo, refuerzo de graves, TXT, Alarm... Probablemente a ella le debo buena parte de mi entusiasmo (y un poco de conocimiento) de todo aparato que tenga cables. Aunque "ella" no entienda que ahora lo "in" es Wireless. Su reino era analógico. Ahora vivimos uno mucho mejor, el digital.

Pero no sólo su mundo. También vio cambiar el nuestro de un modo radical. El muro de Berlín, la moneda que manejamos (y cómo lo hacemos), las torres gemelas, la guerra de Irak, el nuevo Papa, la era de la información y la era de cuando la información pasa a conocimiento (y del cuando el conocimiento se doblega ante la telebasura). Corrupciones políticas de todos bandos, colores y demás religiones. "Sin olvidar Santa Eugenia, ni El Pozo, ni Atocha".

Tantas y tantas experiencias recogidas en una caja. La caja tonta.

viernes, 25 de julio de 2014

El nacionalismo ha muerto, viva el hiperlocalismo.

Un antiguo y queridísimo profe de Facultad (Jose Ángel Medina) solía decirnos que con la reforma universitaria (el paso que se dio hacia Bolonia) los estudiantes acabarían por saber muchísimo de casi nada. Solía ironizarlo con el ejemplo de un sujeto que necesita un logopeda por pronunciar mal una letra y el logopeda le responde que él sólo se ocupa de la "erre". La letra que te da problemas está cuatro puertas más para allá.

El tema es que Acabo de llegar de una Oficina de Información y Turismo de Suances y vengo en estado de shock.

Se me ocurrió la delirante idea de pedir un mapa de Cantabria. La chica (muy guapa, por cierto) tras el mostrador se limitó a reponderme con un seco y helador:

"No tenemos nada de Cantabria. Estás en una oficina de turismo de Suances"

Soy muy cruel y estoy convencido que me da mil vueltas sobre geografia pero para joder vi que sobre el mostrador de su oficina información sobre un carril bici (perdón, ciclable) que va de Suances y llega a Corrales de Buelna. Pero me imagino que ella estará contentísima pasándose cuatro pueblos con la información que va dando. Y en cualquier caso, no estoy seguro que haya pillado mi indirecta tan sutil.

Si tenía y no me lo quería dar, me lo podría decir. E incluso, llegaría a comprender por la crisis, que fuese bajo pago (no sé qué moneda usan en Suances, yo hace 14 años que solo llevo euros encima y siendo honesto muchas veces ya ni de eso). Igualmente me quedaría sin él pero mucho más tranquilo con mis esquemas mentales sobre firme.

Sus palabras me perforaron el tímpano y recordé la cita de Pio Baroja cuando decía que el nacionalismo se cura viajando. Hace como 4 meses que el periódico que hay en mi comunidad autónoma publica los domingos una separata que dedica a cada lugar donde compras el periódico. Así citó una palabra desconocida para mí hasta entonces: hiperlocalismo. A fin de cuentas, ¿qué importa para quienes viven en Santander que estalle una bomba atómica en Adarzo? Mañana iré al Ayuntamiento de Cantabria y pediré, como debí haber hecho hoy mi deseado mapa de Cantabria.