
-Muchas veces mis alumnos me preguntan si la hermenéutica telúrica incaica transtrueca la peripatética lotrética de la filosofía aristotélica por la inicuidad fáctica de los diálogos socráticos no dogmáticos, yo siempre les respondo que no.
-¿Que no qué?
-Que no sé.
-¿Y alumnos de qué?
-"Básquebal.
Les Luthiers, Unen Canto con Humor (1999)
Conocí a estos tipos el verano de 1990. No se me olvida. En casa de mis tíos sonaba un vinilo con la foto de unos tipos vestidos de pajarita que hacían humor con hache mayúscula. Yo, los chistes que conocía hasta entonces eran los de Árevalo, El Duo Sacapuntas, Barragán y similares. Con mis doce años yo estrenaba nivel de pensamiento: ya estaba en el nivel de desarrollo de operaciones formales y en aquel momento comprendí la utilidad de las categorías: afortunadamente había muchos tipos de humor.
Y el humor en estado puro es una cosa muy seria: sólo se puede hacer perfectamente trajeado, vestido con pajarita/corbata, negro luto riguroso, rostro gélido, hierático, manteniendo en todo momento una fría distancia sobre lo que se está contando, como para ir de boda o funeral, indistintamente (un funeral en Glasgow es más divertido que una boda en Edimburgo)
En sus obras, cada una de la palabra está medida con escalímetro y colocada en el discurso con escuadra y cartabón. Emplean un análisis casi metalingüistico, incluso metafísico. Mi profesora de lenguaje del colegio siempre nos decía que el lenguaje de Delibes es un lenguaje sencillo pero que sin embargo estaba internamente muy estudiado.
Resumiendo que por un lado está el humor de Arévalo y similares y, en el otro extremo, a gente como Les Luthiers. Es el humor inteligente de gente que pasa de ser culta, con estudios superiores, que se conocieron en la facultad y allí decidieron unir sus mentes preclaras y escribir sus primeras obritas. Su mentor falleció al poco de nacer el grupo y entonces se replantearon muchas cosas pero entendieron que Gerardo Masana hubiera querido que siguieran, y gracias a ello, ahora tenemos un humor refinado, lleno de guiños, juego de palabras, requiebros lógicos... Y, afortunadamente eso no hay chiquito de la calzada que le llegue a la altura del betún. Me gusta que la gente se diferencie... y que esa diferencia se note.
No hay mucha gente argentina que no los conozca y pocas personas en el mundo son capaces de mantener una misma obra de teatro repitiendola durante años con recitales todos los fines de semana. Su puesta en escena es extraordinaria. La verdad es que yo en dos ocasiones (en las dos invitado, las entradas tienen un precio bastante alto) los he tenido de cuerpo presente y son sencillamente asombrosos.