lunes, 14 de septiembre de 2009

Alexitimia (una vez más)

Una querida profe de la universidad en Salamanca nos comentaba que era importante la precisión con la que la gente se expresaba. Recuerdo que decía que los esquimales eran capaces de identificar muchos tipos de hielo*. Ahora, desde una fuente a la que estoy suscrito, me llega el recuerdo a aquella profesora.

Todos tenemos la experiencia de ir a la ferretería sabiendo exáctamente qué es lo que necesitamos pero el ferretero siempre va más lejos. Si puntualizamos diciendo que queremos tuercas autoblocantes del número 6 él seguro que necesita saber si las queremos normales o galvanizadas (hablo sin ningún conocimiento de todo ello) Da igual la precisión con la que salgamos de casa a comprar lo que necesitemos. El ferretero siempre necesitará un dato más.

En la peli Crash hacen un guiño muy divertido a esto: una de las protagonistas va a una tienda de armas a comprar municiones para su revolver y por no saber matizar, acaba comprando, por no saber precisar, munición de fogueo. La trama de la peli supo sacar mucho juego con esto.

El diálogo era muy divertido:

[mujer entra en la tienda de armas a comprar munición]:

- ¿Qué clase de munición desea?
- La que corresponda
- Hay muchas clases (y comienza una retaila de tipos de municiones para acabar diciendo que además de todas esas hay una docena más que van con cualquier arma)

De la capacidad que tengamos de identificar nuestros sentimientos, tendremos más o menos resueltos los problemas que nos puedan provocar.

* Mi profesora citó dónde lo había leído. Creo recordar que era en "Diccionario de los Sentimientos" o "El Laberinto Sentimental" de Marina. No estoy seguro.

No hay comentarios: