
Recuerdo perfectamente el momento en que murió Enrique Urquijo. Hoy, cuando me enteré que Antonio Vega ha dejado para siempre el tabaco, he tenido la misma asquerosa sensación: jamás olvidaré esa noticia. Hay noticias que no te las esperas y te producen un daño que nunca hubieras imaginado. Antonio Vega está en el inconsciente colectivo de los jóvenes de los setenta. Nunca profesé una devoción especial por él y sin embargo ahora siento que se ha muerto un mito, alguien a quien robaría su estilo de vida.
Me encantó recordarle en el concierto de los 40 principales del Calderon, ver aquel cadaver exquisito levantar acta, precisamente junto con Amaral, de seguir ejerciendo aun su derecho a respirar. ¡Ay, respirar!: ¡qué ingrata tarea cuando los pulmones no ponen su granito de arena! ¡Qué hijos de la gran puta los cánceres!
Echaré de menos su mirada perdida, huidiza, ausente... nos quedan sus canciones.
http://www.youtube.com/watch?v=IMK9QcSacP8&hl=es
http://www.elpais.com/audios/cultura/Inaki/Gabilondo/entrevisto/Antonio/Vega/elpaudcul/20090512csrcsrcul_1/Aes/
1 comentario:
La chica de ayer....muy especial para mi...yo tb lo siento, me encantaba nacha pop.
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