domingo, 9 de noviembre de 2008

Para muestra... un botón. Y más chulo que un ocho.


Siempre me he considerado "pecero" de formación y "maquero de corazón. Lo reconozco, siempre que veo un Apple me muero por sus huesos y me digo: "¡cuánto me gustaría que me gustaras!" Sus formas, sus colores, su interface... absolutamente todo. Pero un único botón.

Me siento tullido delante de ellos. 14 años son ya demasiados para olvidar (¿cómo demonios hacer para olvidar lo aprendido?) Y sin embargo los veo sólidos, fiables, seguros y, sobre todo, simpáticos. El mismo día que apareció Windows 95, Steve Jobs & Co. publicaron en todos los diarios estadounidenses, centrado, a página completa y sin ningún otro elemento un escueto texto: CNGRTLTNS.W95

Era, claro, un guiño irónico a su interface. Microsoft se había rendido a la evidencia de Apple de trabajar con un sistema gráfico pero, paradógicamente, lo seguían haciendo sobre MS-DOS lo que, más tarde nos trajo, entre otros males, los malditos pantallazos azules.

Pues bien, muchos años después, cuando se ha disparado una alerta sobre la salud del dueño de la manzanita, éste ha aprovechado la presentación del IPhone para disipar toda duda usando, una vez más, esa superioridad reservada a los genios. Vestido con tejanos y polo negro riguroso, como acostumbra en todas las apariciones públicas, Jobs, ciertamente bastante más delgado, era proyectado en pantalla gigante mientras mostraba todas las maravillas de su último producto. Y qué mejor modo de hacerlo que habiéndolo acoplado un gadchet. Cuando ese gadchet sirve para monitorizar tus constantes vitales (pulsos, ritmo cardíaco...) y éstas son proyectadas a todo el mundo en tiempo real [para los no iniciados en parámetros médicos básicos, también aparecía una frase que decía: "los rumores sobre mi muerte han sido enormemente exagerados"], los rumores se acallan y una vez más hay que rendirse a la evidencia.

La culpa de su delgadez desde Apple se la achacan a un virus que está tratando con antibióticos. Estamos de suerte, queda manzana para rato.

No hay comentarios: